miércoles, 26 de agosto de 2020

ENTRE LÁGRIMAS TEJIMOS LA HISTORIA DE NUESTRA GENERACIÓN

 Hoy somos muchos los que miramos desde la barrera cómo en nuestro país, la historia se repite una vez más entre la angustia, la desesperación y la desolación de no encontrar un remedio definitivo para esta enfermedad que nos corroe cada vez más.

 

Soy de esa generación que ha visto pasar este tan amado terruño por la oscuridad obligada de la hora Gaviria, hasta la oscuridad impuesta por la corrupción, la impunidad y la deslegitimación de la justicia que día a día, parece estar más ciega y sumida en otros intereses que no la dejan actuar.

 

Han sido décadas las que hemos tenido que ver cómo, la política en nuestro país en vez de volcarse por la construcción de un futuro mejor, robustece un sistema putrefácto que hede cada vez más y que ahoga su sistema judicial en triquiñuelas leguleyas, dilataciones fraudulentas, y leyes tramposas que en vez de proteger, venden la posibilidad del progreso moneda a moneda.  

 

Crecimos esperanzados que en el techo de una casa en Medellín, había quedado el cáncer que estaba consumiendo todo lo que nos estaba haciendo quedar atrás del mundo, de los sueños, del futuro… pero lo que no sabíamos era que día a día estábamos dejando crecer a un monstruo que manejaba todo desde las sombras, lejos de la mira de un fusil y muy cerca del púlpito de las investiduras de la “honorabilidad”.

 

Y fue así como, infortunadamente volvimos a ver nuestro país, manchado de sangre, sudor y lágrimas de un pueblo que clama vida… de una bandera que pide a gritos libertad, orden y justicia para todos, mientras nuestra generación, decide decir adiós y poner tierra entre este dolor de patria y ese hilo de esperanza que prefiere mirar desde la distancia como nada cambia… y cómo cada vez más se desdibuja entre el mar y la tierra, porque al parecer, no queda más remedio que decir adiós y pedir, quién sabe a quién, que no sea ni uno más el que caiga tras luchar por un mundo mejor… por el sueño de una patria mejor y menos opacada por el polvo del olvido.

 

#NiUnoMenos

1 comentario:

  1. Es la dura realidad de muchas generaciones de nuestro país, excelente artículo.

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