jueves, 28 de junio de 2012

NO SE TRATA DE EXISTIR, SE TRATA DE VIVIR

                             

Darse cuenta que la fragilidad es algo más que un simple estado que todos evitamos, es entender que la vida es algo más que caer en ella y ser para sobrevivir.
Somos seres con capacidades extraordinarias que apocamos con el afán de ir por la vida consiguiendo lo que los demás, socialmente hablando, tienen y persiguen; sin embargo ¿Sabemos que queremos en realidad?

Basta con chocarse de frente con una realidad que esquivamos y a la que tememos muchos en nuestro amado país, estar desempleado, para pensar por unos segundos si el rumbo que llevamos es realmente el indicado, si lo que necesitamos es nacer, crecer, incluirnos en una sociedad que no comprendemos, seguir con los dictámenes que esta nos implanta, ir a un colegio, alienarse, volverse contra la humanidad, ser adulto joven, acoger las riendas de un estudio universitario, pasar el resto de nuestra adultez consiguiendo un trabajo que cumpla con las expectativas de los millones que pagamos para formarnos como profesionales, tener un familia, hacerse viejos, hacerse acreedor de deudas, heredarlas y morir.

Muchos de ustedes ya tendrán en la cabeza listo un banano para acabar con pensamientos tan atormentadores como estos, sin embargo deténgance un momento a pensar si lo que están haciendo hasta ahora no es eso... Sí, lo están haciendo y hasta hace unas semanas yo me encontraba en la misma situación. No puedo negarles que la estabilidad emocional que brinda, gracias a la desgracia de lo que la sociedad nos ha inculcado, el tener un empleo seguro y la sostenibilidad económica que este nos brinda; es una zona de confort difícil de abandonar, pero analizar lo que realmente queremos hacer y poder soñar por unos segundos, no debe ser una realidad paralela que sólo insistamos en vivir en nuestros cortos sueños al acostarnos en las noches.

Somos seres que por naturaleza buscamos competir con los otros animales para conseguir ser el top de un triángulo de poder para lograr estar por encima de quienes algún día estuvieron encima de nosotros, pero ¿Cuantos de ustedes se han obligado a estar por encima de ustedes mismos y obligarse a tomar un riesgo del cual nunca se creyeron capaces de lograr? Hoy no sólo los insto para que busquen en ustedes mismos una respuesta sensata para su realización personal (con todo y lo que esto puede sonar como un texto de auto-superación personal) sino para que la juventud que tanto juró no ser como sus padres, por primera vez haga un alto en el camino y realmente haga algo para no solamente sufrir una transformación de cada uno sino del mundo que lo rodea.

La verdadera magia ocurre fuera de las barreras que nosotros mismos hemos creado al rededor de nuestro miedo a vivir.