martes, 17 de julio de 2012

Una condecoración para el alcalde mayor.


Petro condecora a Santa Fe por su excelente actuación del pasado domingo en la final de la liga Postobón, aún cuando realmente su superioridad futbolística no reflejó realmente un nivel excelso sino más bien un esfuerzo obligado a ganar en casa. Pero claro, condecorar a un equipo es una de las tareas que la incapacidad neuronal de nuestro alcalde puede hacer con facilidad; imponer medallas y títulos irrelevantes tal vez alivie un poco su poca asertividad a la hora de resolver los problemas que realmente importan a nuestra capital.

Deberíamos nosotros, los ciudadanos del común, condecorarlo por su inoperancia a la hora de resolver las congestiones viales, por trasladar el trancón de una hora a otra tal y como un niño haría con el desorden de su alcoba, moverlo de donde se vea ,a un lugar donde sea menos relevante para su jefa.

Una condecoración por su perseverancia, al continuar su lucha para resolver los problemas de inundaciones y falta de alcantarillado en varias localidades de Bogotá. Realmente merece el visto bueno, en la reducción de población por enfermedades respiratorias pero sobre todo, por las condiciones insalubres a las que nuestros niños se someten día tras día.

Una medalla al buen comportamiento, por su grandiosa gestión para que la ciudad cuente con un sistema de transporte tan bueno que la calidad de vida de todos, puede desperdiciar 15 minutos y hasta 30 de la vida observando y departiendo con otros colegas iracundos dentro y fuera de estaciones atestadas de calor humano.

Pero la medalla al mérito y la condecoración más grande debería ser a la poca capacidad de sentido de responsabilidad social, gerencial y humano de un hombre que antes que asumir su rol como padre responsable de una ciudad abandonada, prefirió el protagonismo y el cariño de las cámaras y la fanfarronería, a hacer de esta ciudad una Bogotá ejemplar y más grande.

Pero descuide señor “Alcalde” que aún queda mucha tela por cortar y mucho para que usted de, de que hablar.

martes, 10 de julio de 2012

Una prueba...


UNA PLANCHA POR FAVOR!

Sabores, colores y buen ambiente es lo que cualquiera busca a la hora de querer deleitar los sentidos. Un buen paladar no se distrae con los buenos nombres o exclusivos sitios dentro de la ciudad, por el contrario la explosión de sabores y sensaciones nuevas es lo que le atrae a la hora de comer.

La NQS guarda en sus recovecos, paraderos para grandes comelones, esa así como encontré Mi lindo ranchito, un lugar para los amantes de la carne pero sobre todo para las buenas muelas de la ciudad. No espere usted encontrar una atención al estilo la Fragata, más bien encuentre un gran maestro del equilibrio que le servirá planchas al rojo vivo, animales voladores que le acompañen en su degustación y uno que otro grito de parrilla para sacar el pedido a la mesa.

Sabores tradicionales de la mesa Colombiana, arepas de la casa, cortes de carne al término que lo desee y buena pola para acompañarlo, hacen de este lugar un excelente asadero Boyacense que le exige al público además de un gran apetito una buena disposición a la hora de sentarse a la mesa.


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Si gusta usted de un buen plato de fritanga, bienvenido al palacio del colesterol.

Una mujer, inconfundible por su tamaño, con un delantal que bordea sus carnes y una combinación del estilo de Michael Jackson con medias blancas y zapatos oscuros, es la encargada de darle la bienvenida al gran palacio de la grasa y el colesterol. Una buena morcilla hecha del modo más artesanal, la chunchulla, la papita criolla y un buen pedazo de chicharron hacen el balance perfecto para un día en el descuido de la figura.

Este reconocido lugar de Bogotá, que le da el gusto hasta al más exigente, le deleitará con los platos típicos de nuestro terruño pero, sobre todo le acercará a la cultura popular de nuestro país. Mesas al estilo pic nic, asientos que le perimirán compartir con otras 4 personas, manteles que tiene en sus haberes la comida del fin de semana anterior y ollas rebosantes de alimento serán su recompensa a la hora de pedir para su deleite un gran plato de fritanga a la Colombiana.

Salga de la monotonía y permítase un viaje en la popularidad y este rimbombante paisaje de colores y alegrías, pero sobre todo disfrute de un buen plato en compañía de lo mejor de nuestro amado territorio, déjese llevar y disfrute del Palacio del Colesterol.

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PÉGUESE LA PROBADITA!
Muy al estilo oriental en un pequeño puesto de la plaza de las nieves, en el centro de la ciudad, encontrará a su disposición platos que hasta el más macho de los machos dudaría en comer. Si, se trata platos tan exóticos para la vista de un pobre mortal, que lo dejarán casi sin respiración y sin ganas de pasarlo por el paladar.

Ingredientes poco comunes, colores que a los ojos de un gran cheff internacional dejarían poco para la composición, pero sobre todo sabores encontrados; es lo que estos platos fusión ofrecen al público capitalino.
En la carta del día encontramos arroz con bastante proteína, lombrices fritas, y para acompañarle ensalada con aderezo de hormiga culona y un poco de jugo de mora con sangresita de morcilla para darle la oportunidad al comensal de sazonar su paladar.

Postres de todos los gustos y sabores y al mismo tiempo con todos los insectos que se imagine, dan a los sabores de nuestra tierrita el plus de una comida fusión que nada tiene que envidiarle a los grandes restaurantes de la ciudad. Péguese la probadita.

miércoles, 4 de julio de 2012

DE CÓMO EL PAÍS SE VENDE EN LAS TINIEBLAS URIBISTAS.



Una prosperidad democrática, una Colombia donde el riesgo es que quieras quedarte, una Colombia con pasión y una mano dura y un corazón grande parecen haberse perdido en el discurso politiquero de campaña de un ranchero presidente que hoy parece sufrir de alzheimer y que vende a su país en el exterior con una imagen dañina y hasta nociva, y completamente contraria a todo lo que él mismo luchó por erradicar.

Álvaro Uribe Vélez nos sorprende hoy destacándose en las encuestas de los personajes que peor hablan de Colombia en el exterior y sorprende un poco el reflexionar sobre su discurso y lo perjudicial que este mismo puede ser para lo que hasta hoy se ha logrado para con nuestro país.

¿Será acaso que twitter ya no le ayuda a llamar la atención como antes?  O ¿será más bien que en su lógica absurda esa es una grandiosa forma de hacer que le re elijan para sacar al país de la hecatombe en el que lo dejó? O más bien ¿Será que en su interior hay un niño falto de afecto que simplemente quiere ser amado por todos?

Señor expresidente, si no lo ha notado, morder la mano de un país que tanto le dio y lo respaldo, no es la mejor salida para hacerse pasar por héroe asi usted, así lo crea; no es conveniente de ningún modo elevar su imagen como gran gerente, embarrando lo que usted mismo luchó por promover y realzar en el exterior pero sobre todo, no critique lo que usted mismo se encargó de hacer al no poner freno a la corrupción. Le recuerdo que este país estuvo bajo su mando durante 8 años en los cuales la lucha armamentista, aunque logró reducir a los grupos alzados en armas, se fortaleció y cultivó la ollas podridas de la corrupción que hoy día están siendo destapadas gracias a una gran labor gerencial, que más que la imagen de un país es su imagen y la de su gobierno la que está siendo cuestionada y no olvide por su puesto que, ahora son menos los que se dejan convencer de cortinas de humo tan fantasiosas y poco apropiadas como las que ahora piensa usted elevar, dañando la imagen de un país tan hermoso y lleno de gracia como lo es mi terruño Colombiano.