sábado, 28 de mayo de 2011

El carrusel de las elecciones: Los candidatos

Todo un desfile de nuevos personajes, están a la orden del día en estas elecciones para la alcaldía de Bogotá, ¿Qué nos puede esperar luego de las consultas este fin de semana? Por lo pronto un pronóstico poco alentador y sin duda alguna unos aspirantes bastante particulares.
Por un lado tenemos al profesor Jirafales, a quien su “gran inteligencia” llevó su paciencia al límite y peló el cobre de manera tal, que sus intenciones por figurar y por estar vivo políticamente quedaron al descubierto. Sí, estamos hablando del mismo que clamó por el “no todo vale” y ahora se une a aquellos a quienes no les importa hacer  todo por tener lo que quieren. Estamos hablando de Enrique Peñalosa, del mismo candidato que hace algunas administraciones llenó de bolardos nuestra ciudad y promovió entre otras cosas la iniciativa del TransMilenio, ¿Será que la gente olvidó que el prestante señor hace parte de las familias que se enriquecen con las ganancias de tan “Bienaventurado transporte público”?
Sin temor a equivocarme este giro político afectó profundamente a unos verdes que ya se encuentran casi maguyados dentro de este batido electoral.
Pero los rojos no se quedan atrás, hablemos ahora de Daniel el travieso, aunque deberíamos llamarlo más bien David el travieso, aquel amiguito de todos que pretende con su cauchera de “ideas nuevas”, cambiar el destino de Bogotá. Con su carrera de observación intentado convencer a todos de su buena voluntad y bacanería llega David Luna, este candidato madurito, quien cree tener las soluciones dentro del bolsillo y a quien su seguridad le alcanzó para hacer campaña casi 3 meses antes que todos los demás. ¿Será que este hombre no recuerda que del afán no queda sino el cansancio?
Pero en esta feria de candidatos también tenemos a los más jóvenes, quienes se encuentran en el sube y baja de las probabilidades de ganar, porque su juventud puede favorecerles al no estar en el negocio desde hace mucho tiempo, pero del mismo modo les hace falta el centavo para el peso para tener más experiencia, Carlos Fernando Galán, el candidato por Cambio radical, parece haber tomado enserio su lanzamiento como candidato, tanto así que aprovecha cada momento que tiene para robar cámara y hacer “campaña” disimuladamente mientras expone sus propuestas de a pocos en cadena nacional. ¿Será acaso que el que menos corre vuela? Habrá que esperar a ver como despega este pequeño saltamontes de la radical candidatura.
En tanto miremos el ala de los independientes, quienes desean marcar la diferencia y dejar ver a todos que sí se puede; por ejemplo tenemos por un lado a la wonder woman de toda esta historia, Gina Parody,  quien tiene por látigo ese tufillo de “querer poner en orden la ciudad” y como avión invisible su “manual de transparencia” y su caminadito lento que la ha llevado ya en más de una ocasión a sonar en las elecciones, pero sólo hace falta mirar como nuestra wonder woman es tan brillante que aún cuando la movilidad y el volumen automotor ha crecido en los últimos meses pretende instituir de nuevo el anterior modelo de pico y placa en la ciudad, dicen que nadie promete más que quien no va a cumplir, amanecerá y veremos.
Por otro lado, está Petro, quien en un desesperado intento por tener un renacer político, además de lanzar al ruedo un nuevo partido político “el movimiento progresista” pretende lanzar su candidatura por la alcaldía de Bogotá, pero podríamos realmente confiar en alguien que ha estado en dos partidos políticos diferentes, aún cuando su labor es loable, entre estos el Polo Democrático  y del cual decidió desertar para crear el partido progresista. Sí, sus razones son plausibles, pero si su inconformismo lo lleva a abandonar el ruedo en momentos de crisis y a pasar de apoyar a sus cercanos en campañas políticas, como en este caso con De Roux, con quien queda aún la duda si declinó su aspiración a la candidatura de la Alcaldía por dejarle el campo libre a Petro; deja un sinsabor y abierta la carta para preguntarnos  ¿Qué podríamos esperar de este hombre como burgomaestre de la ciudad?
La feria de las elecciones, tiene más y más sorpresas para los confundidos electores que ya no saben a quién elegir y para no ir muy lejos, la claridad por los candidatos de cada partido es aún una cajita de pandora. ¿Quién es quién y para quién? Estos candidatos, que vienen a continuación, son los que yo llamaría los candidatos fantasmas, de aquellos que se rumora pero no se asegura nada.
Estos peculiares personajes son los mismos que hace unos meses sonaban para la alcaldía como candidatos aspirantes, Paulo Laserna, que claro, aunque fue concejal de Bogotá y asesor de Andrés Pastrana, sabe más de cómo hacer millonarios a los Colombianos y de botar chistesitos sarcásticos en la televisión nacional, ¿Pero será la ficha del Partido Conservador Colombiano? O que tal William Vinasco, quien en el 2007 tuvo un apoyo de 300 mil votos para las elecciones de alcaldía y quien se rumora o se rumoró ser una ficha para el partido de la u, pero que pasará ahora que Peñalosa se metió en la contienda de los Uribistas? Imagínese usted, como votante, que posibilidades de progreso tendríamos como ciudad, al quedar en manos de un hombre que canta goles y que tiene una emisora como candela, en donde el poco respeto que se debe tener por el oyente es casi nulo? Yo quiero responder esta pregunta, atrevidamente, nos traería un estadio engayado y una ciudad hecha una grosería.
Ahora bien, dejo en manos del lector, la consideración de si verdaderamente tenemos o no buenos candidatos para la alcaldía y si realmente no es necesario, hacer un análisis concienzudo para hacer una buena elección para el próximo burgomaestre de la ciudad.






viernes, 20 de mayo de 2011

IMPORTANTE

Esperen la continuación de "El carrusel de las elecciones" la proxima semana, con mi opinión sobre los candidatos propuestos para la alcaldía y sobre sus programas.

El carrusel de las elecciones

Se avecina la contienda electoral por el tan preciado tesoro de la alcaldía de Bogotá, esto parece cada día más una feria de carrusel, donde  ya no se elige la mejor propuesta o el mejor programa sino al caballo que más galope y que le traiga a los electores el adelgazamiento de sus billeteras por la inversión en , por qué no decirlo, más bien un caballo de troya, y que me perdonen los héroes de esta epopeya, al compararlos con esta partida de bellacos.
Pero qué podemos esperar nosotros, los electores racionales que no caímos en el juego de las caras bonitas, o de las promesas falsas y hasta por qué no decirlo, que no nos dejamos convencer por una cara joven que promete futuro. No señores, esto se trata de ser disciplinados, analizar y ser consientes de la responsabilidad que trae consigo las elecciones.
Que les sirva de lección a aquellos que eligieron por alcalde a Don Sammy, quien en su infinita sapiencia le entregó la ciudad a sus buenos amigos Nule, ellos, esos brillantes electores,  deberían ser los primeros en estar bien enterados de los programas de los aspirantes a la alcaldía de Bogotá, porque sin temor a equivocarme, estos mismos soquetes serían capaces de elegir a cualquier sonrisa, o promesa que se les atraviese por delante.
Pero entremos en materia, ¿Acaso hay algún candidato que valga la pena?
Claro! Sería la respuesta enfática de más de un acérrimo creyente que se deja comer a cuento, con esa carretica barata de vendedor de “promesas”, mejorar la movilidad, la seguridad, mejorar la educación y lo último en verborrea política, asegurar la calidad de vida de los ciudadanos. Yo dentro de mi malicia indígena, me pregunto ¿Acaso calidad de vida es hacer millones de obras para mejorar la calidad de vida de los de cuello blanco? ¿Prometer plagar de policías la ciudad para mejorar la seguridad? o muy seguramente ¿construir andenes por donde la gente no camina?
En qué momento, me pregunto yo, ¿dejamos de ser conscientes de la responsabilidad de elegir y elegir bien? Les invito a todos de esta manera a la reflexión, al análisis adecuado de sus elecciones pero sobre todo a pensar su voto.