A propósito de nuestra realidad nacional

Por estos días no se hace más que hablar de la posesión de Gustavo Petro en la Alcaldía de Bogotá, de sus pros, de sus contras, de lo que debe y de lo que no; sin embargo yo me pregunto, ¿Tienen los ciudadanos idea, de lo que puede ellos hacer o no en caso de que las cosas con este nuevo Alcalde no funcionen?

He hablado en varias ocasiones del poder dormido del pueblo Colombiano, de esa masa dormida que hasta ahora se ha dejado llevar por lo que le dicen sin tener una reacción visible ante la inconformidad de las decisiones que se toman sobre ella. Harold Lasswell la llamaría la Teoría de la Aguja Hipodérmica, para aquellos que se sienten leyendo mandarín los ilustro, esta teoría habla de cómo la masa es completamente manipulada por los medios y de una manera vulgar y en mis términos, adormecida hasta el punto de llevarla a hacer lo que le viene en gana a unos cuantos, y que me perdone Lasswell por citarlo de esta manera tan vil, pero volviendo a lo que nos compete, estamos siendo llevados como reces al matadero sin preguntarnos tan siquiera a donde nos dirigimos. 

Es fundamental, a mi modo de ver, y casi que oportuno, que como ciudadanos libres y con el derecho de opinar y el deber de actuar que tenemos nos hagamos un mapa mental de lo que debe ser el mandato de este nuevo burgomaestre y de las herramientas que tenemos a nuestro alcance para hacer cumplir por lo que algunos votaron y por lo que otros se opusieron; sí señores, esto ya no se trata de una lucha de poderes por la victoria de un puesto gubernamental, se trata del futuro de una ciudad que pide a gritos soluciones verídicas y realmente eficientes. Se trata de exigir y hacer valer nuestro derecho a elegir y de una manera recíproca, de hacer cumplir. 

Devolver la seguridad a la ciudadanía, mejorar la movilidad y la malla vial, erradicar la corrupción, y hacer de esta sociedad bogotana una más humana fueron las principales promesas que este señor Petro le hizo a nuestra gente… Ahora bien, se han preguntado sinceramente cómo va a lograrlo, dejando a un lado la charlatanería y la politiquería? Bueno señor lector si no se lo ha preguntado, llegó la hora de hacerlo y empezar a hacer de cerca, un seguimiento exhaustivo y eficaz para la renovación de nuestra ciudad. 

Dejo pues, en manos de todos nosotros, la gran responsabilidad de analizar lo que tenemos en nuestras manos y de construir juntos un futuro mejor para nuestra SANTAFE.