Crecemos rodeados de mares, alimentos, vegetación, gente hermosa y siempre dispuesta a colaborar, le tenemos un chiste a todo pero sobre todo un dicho que haga de nuestro diario vivir algo sorprendentemente divertido; hay piropos, cerveza buena música y por supuesta fiestas, tenemos más reinas que en cualquier parte del mundo, oro, petróleo, esmeraldas y el agua para el consumo humano más pura del mundo.
Que tenemos inseguridad, obvio, en que parte del mundo no, guerrilla, paramilitarismo, corrupción, desempleo...
tal vez podría seguir numerando aspectos no tan alentadores de nuestra amada patria, ¿Pero que me dicen de las riquezas en recursos naturales con las que contamos? Lamentablemente, hemos crecido, pensando siempre que la clave para todo siempre está en menospreciar nuestros talentos, nuestras riquezas y todo aquello por lo que deberíamos estar absolutamente orgullosos.
Todo hace parte de un cambio de mentalidad, en la que todos seamos cómplices de la construcción de un mejor país, donde le enseñemos a nuestros pequeños que en ningún lugar del mundo encontrarán tanta felicidad y riquezas como en estas tierras, que con el trabajo en conjunto de todos lograremos marcar la diferencia y hacer que el mundo note, cómo los Colombianos tenemos mucho más que la exportación de cocaína y sustancias alucinógenas.
Amemos nuestro país, creamos en el, en su gente pero sobre todo en esta gran realidad, infinitamente llegan de fabulosos tesoros.
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